Usa colores claros y neutros: Los tonos claros en paredes, suelos y muebles reflejan más luz, lo que hace que los espacios se sientan más abiertos y aireados.

Espejos estratégicamente colocados: Coloca espejos frente a ventanas o en paredes clave para duplicar la luz natural y las vistas, ampliando visualmente el espacio.

Muebles con doble función: Opta por muebles que sirvan para más de un propósito, como otomanas con almacenamiento o camas con cajones debajo, para reducir el desorden y ahorrar espacio.

Opta por el minimalismo: Reducir la cantidad de objetos visibles despeja el espacio físico y visual. Elige decoraciones que sean sutiles pero impactantes.

Iluminación adecuada: Una buena iluminación puede hacer maravillas. Usa varias fuentes de luz en diferentes alturas para crear profundidad y hacer que el espacio parezca más grande.